domingo, 16 de octubre de 2022

La Alhambra de Granada - Daniel R. Caruncho

 

Este verano estuve visitando la Alhambra con mi familia y me hubiera gustado, para entender más sobre este monumento, haberme leído antes este libro y, además, habérmelo llevado conmigo. 

Está editado por la editorial dosde y es muy visual. Dejo aquí el enlace de la editorial donde se pueden ver algunas imágenes del interior. Tiene muchas fotografías y dibujos y es muy didáctico. La verdad es que me ha gustado mucho leerlo y saber más de este monumento único en el mundo. Si alguien tiene planeado un viaje a Granada se lo recomiendo.

Está dividido en 8 capítulos que abarcan la historia de la Alhambra, de los palacios nazaríes, de la fortaleza, del Generalife y también del Palacio de Carlos V, nieto de los Reyes Católicos, pero también habla de arte y de arquitectura, de cómo eran los ejércitos nazaríes o de cómo se hacían los mosaicos que recubren muchas de las paredes. Es, como ya dije, muy didáctico.

Nadie duda que la Alhambra es un monumento único. Lo visitan miles de personas al año desde todas las partes del mundo. Está situado en la colina de Al-Sabika, donde Muhammad I, casi a mediados del siglo XIII, aprovecha unas antiguas fortificaciones para establecer allí su sede de gobierno. La ciudad amurallada se fue ampliando y se fueron añadiendo más edificios (palacios, mezquitas, jardines, cuarteles, etc) a lo largo de los años y bajo el reinado de diferentes sultanes, hasta que en el año 1492 el sultán Boabdil entregó las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos después de un asedio que duró meses. 

Los Reyes Católicos mantendrían la Alhambra como símbolo del poder real y harían las reformas necesarias para preservar el monumento, tales como reforzar las murallas o sustituir las techumbres en mal estado, añadiendo, además detalles cristianos a las decoraciones. Una de las construcciones de aquella época es la del Convento de San Francisco, hoy día convertido en Parador Nacional. 

Palacio de Carlos V (vía Google)
El nieto de los Reyes Católicos, Carlos I de España y V de Alemania, quedaría impresionado de la belleza de la antigua capital del reino nazarí y mandaría construir su residencia, un palacio de estilo renacentista, a cargo del arquitecto Pedro Machuca. El palacio, conocido como el Palacio de Carlos V, es simplemente imponente. Una maravilla arquitectónica. Allí se encuentra el Museo de la Alhambra y el Museo de las Bellas Artes de Granada. 

El exterior de la arquitectura nazarí es típicamente austera pero con unos interiores lujosos y profusamente decorados. La sección de la Alhambra conocida como los Palacios Nazaríes está formado por tres palacios: Mexuar (el más antiguo y del que se conservan dos patios y la Sala del Mexuar, donde el sultán impartía justicia y recibía a sus consejeros). Se desconoce cómo era originalmente este palacio porque sufrió muchas modificaciones a lo largo del tiempo, ya sea por sultanes posteriores o por el añadido de elementos cristianos.  

Palacio de Comares (foto propia)
En el Palacio de Comares o Yusuf Iconstruido en una de las etapas más florecientes del reino nazarí, destaca sobre todo el Patio de los Arrayanes, por donde se accede al Salón del Trono en la Torre de Comares (véase foto).  Esta habitación está decorada con alicatados geométricos y yeserías que incluyen mensajes en sus epigrafías. El techo, en madera, está formado por más de 8000 piezas que conforman - en sus siete niveles - la representación de los siete cielos que los musulmanes deben atravesar para llegar al trono de Dios. Es absolutamente precioso.

Sala de las Dos Hermanas
(foto propia)
Quizás el más conocido y el más espectacular de los tres palacios sea el Palacio de los Leones, también conocido por el Palacio de Muhammad V, hijo de Yusuf I. Muhammad V, en excelente relación con el rey Pedro I de Castilla, destacó por las construcciones espectaculares que dirigió en la Alhambra, además de rodearse de escritores y poetas como Ibn Zamrak, poeta que escribió algunos de los versos que todavía se pueden leer en las yeserías del palacio. El Patio de los Leones, con su famosa fuente de 12 leones, es hermoso, pero a mí - personalmente - me ha parecido más impresionante la Sala de las Dos Hermanas, llamada así por las dos losas gemelas de mármol del suelo. La cúpula de esta sala está cubierta por mocárabes, que son como pequeñas estalactitas de yeso, con imágenes de flores y estrellas. Las paredes están decoradas con yeserías tan delicadas como hermosas y se encuentra también escrito el lema de los nazaríes, que se puede ver por toda la Alhambra, "Sólo Dios es vencedor". 

Sería imposible resumir aquí todo lo que uno puede encontrar en la Alhambra, me faltaría por mencionar la Alcazaba que era la zona militar de la Alhambra y donde vivía la guardia y se ocupaban de la protección del recinto y del sultán. También faltaría hablar del Generalife, la residencia de verano de los sultanes nazaríes. Faltaría mencionar la Medina, los jardines, etc. Es demasiado para un simple post. 

Visitar la Alhambra es algo que debería hacerse al menos una vez en la vida. Ya los románticos del siglo XIX vieron entre el abandono y la dejadez de la Alhambra el exotismo de las mil y una noches. Gracias a ellos, a esos escritores y artistas, como Washington Irving que vivió allí unos meses, la Alhambra se volvió a poner en valor y se acometieron todas las medidas para restaurar y preservar este patrimonio único en el mundo. Recomiendo mucho la visita y, si es posible, visitar la Alhambra sabiendo de antemano algo de su historia. Este libro es, de verdad, muy recomendable. 

jueves, 6 de octubre de 2022

Cartas de África - Isak Dinesen (Karen Blixen)

❤❤❤

Karen Blixen, más conocida por su pseudónimo Isak Dinesen, fue una escritora danesa que nació en 1885 y murió en 1962. Entre sus obras más conocidas está la de "Memorias de África" (con Meryl Streep y Robert Redford en su adaptación cinematográfica) y la novela corta "El festín de Babette", que también tiene su propia adaptación al cine. Es cierto que ha publicado muchos más cuentos y algunos ensayos, pero creo que esas dos obras que menciono son las más conocidas. 

La edición que yo tengo de Cartas de África es la de 1993, de Alfaguara. Sé que hay una edición más reciente que incluye algunas cartas que recibe la autora de Denys Finch Hatton, pero no he tenido la suerte de leerlas. Aún así todas las ediciones tienen la introducción firmada por Frans Lasson titulada "La lluvia en Ngong" que es una joya y una cronología de la vida de la autora muy útil. 

La primera de las cartas que escribe Karen Blixen está dirigida a su madre Ingeborg Dinesen (de soltera Westenholz) el 9 de enero de 1914, desde el barco en el que viajaba en dirección a Mombasa. Se iba a reunir con el que iba a ser su marido, que ya estaba en África desde hacía meses. Desde esa fecha hasta que debe regresar definitivamente a Dinamarca pasarán 17 años. En este periodo tan largo la mayoría de su correspondencia irá dirigida a su madre, a su hermano Thomas, con el que mantiene una relación de íntima confianza, y a su tía materna Bess, con la que mantendrá interesantes misivas sobre sus diferentes puntos de vista acerca de la vida, la religión, el matrimonio, etc. 

Karen Blixen, a pesar de haber nacido en una familia adinerada y emparentada con la aristocracia, siempre deseó escapar de esa sociedad a la que consideraba encorsetada y limitante. Se casa con su primo segundo, el barón Bror von Blixen-Finecke y se mudan a Kenia en busca de las nuevas oportunidades que surgen en esa tierra. Con el dinero de la familia materna, sobre todo con el dinero de su madre y de su tío Aage Westenholz, compran una plantación cafetera y la llaman la Karen Coffee Company.  Así es cómo empieza su periplo en tierras africanas. 

Las cartas son una muestra de la calidad literaria de Karen Blixen cuando aún no se imaginaba que acabaría siendo escritora. Las descripciones de los paisajes y de la vida africana, tan distinta y exótica a su Dinamarca natal, son elocuentes y cautivadoras. Todo es nuevo para ella: el paisaje, sobre todo las Ngong Hills, el clima, las costumbres, la convivencia con las tribus africanas, etc. Karen Blixen siente que este nuevo mundo la acoge con los brazos abiertos y le ofrece la libertad y la aventura que siempre soñó entre las cuatro paredes aburguesadas de Rungstedlund, la gran casa de su familia.

No todo será ideal en su nueva vida y pronto encontraría motivos de preocupación o, como ella les llamaba, sus shauries. La vida maravillosa que pensaba resultó ser muy poco idílica: su marido le contagia sífilis, la empresa realmente nunca daría beneficios, abortos, un divorcio, la muerte de su hermana mayor Ea y de su sobrino al nacer, la muerte del que resultaría ser el amor de su vida, Denys Finch Hatton en un accidente de avión, la venta de la empresa, el adiós a todos sus tan anhelados proyectos, su sentimiento de fracaso y su regreso definitivo a Dinamarca. Toda una vida en casi 20 años. 

Hay mucho de interesante en la personalidad de Karen Blixen. Es de envidiar su capacidad para disfrutar del momento, su amor a África como una prolongación de su espíritu, su amor total y absoluto para sus trabajadores kikuyus y masais, el respeto por sus costumbres, su perseverancia y su optimismo, que siempre le acompañaba aún en los momentos más complicados. Pero así como se hace querer en muchos aspectos también se puede percibir aspectos negativos y complejos de su personalidad, como su egoismo y su gran capacidad de manipulación. 

Hay en sus cartas muy poco agradecimiento y sí muchas quejas a su familia y a su vida desahogada, que por cierto siguen costeando. Se lamenta de su escasa educación en ciencias cuando lo cierto es que su educación había sido privilegiada y en colegios privados en Dinamarca, Suiza y Francia. En una buena parte de sus cartas reclama dinero, dinero y siempre más dinero, porque su proyecto nunca llega a dar beneficios y siempre había gastos que atender. Su hermano, Thomas Dinesen, en su pequeño libro Tanne, llega a decir que la familia había perdido con esta empresa más de 13 millones de euros al cambio.

"Mi interés por el dinero se debe en parte a que las cosas materiales o sensuales o visibles son para mí, yo creo que en mayor medida que para otra gente, una expresión de algo espiritual; ¿es esto una mala cualidad o un fallo?"

La propia autora reconoce la importancia que tiene el dinero en su vida y su gusto por el lujo: ropa, viajes, hoteles caros, etc y su incapacidad para prescindir de él. Llega incluso a decir el 5 de septiembre de 1926 que "valió la pena contraer sífilis con tal de ser "baronesa"". Algo que resulta cuanto menos curioso. 

En una de sus últimas cartas, antes de irse a Dinamarca, le pide a su hermano Thomas, que ya tiene familia e hijos, que le financie su vida durante los siguientes dos o tres años mientras se convierte en escritora:

¿Estarías prepared, por ejemplo, a aceptar un job —si es que ello te resulta posible, pues ignoro cómo están las cosas en Dinamarca— durante dos o tres años para ayudarme a prepararme y a dedicarme algo? Me conoces muy bien y no hace falta que te diga que no soy nada barata."

Puede que parte de la personalidad de Karen Blixen  no me guste, pero si hago balanza me quedo con toda esa sensibilidad con la que describe su vida en África, con su amor a su criado Farah y  Kamante (que por cierto escribió Cuentos de Kamante. Memorias de África, publicado también en español), con la escuela que creó para los niños - y adultos - en su plantación, porque creía que así les ayudaría a mejorar su vida, y su preocupación absoluta por dejarles en buenas condiciones antes de irse a su país. He leído por ahí una critica de Isak Dinesen y la colonización de África por los europeos que me parece absurda en este caso. Isak Dinesen pagaba un sueldo a sus trabajadores, se preocupaba por sus familias, los curaba y atendía. Creo que Isak Dinesen, aunque no fue enterrada en las montañas Ngong como le hubiera gustado, dejó parte de su ser en Kenia y se llevó con ella el alma africana que tanto amaba.