miércoles, 25 de septiembre de 2024

La señorita Mackenzie - Anthony Trollope

Esta es una de esas novelas de las que se podría decir mucho, pero entonces estropearía demasiado la trama a futuros lectores, y pienso que "La señorita Mackenzie" necesita ser leída sin demasiada información previa. Yo la leí sabiendo lo justo de la historia y así es como pude disfrutar de lo emocionante de su lectura.

La evolución de la historia de esta novela es bastante curiosa. Justo cuando nos hemos acomodado a un hilo narrativo surge un nuevo hilo, y cuando nos hemos vuelto a acomodar el autor vuelve a centrar la narración en un nuevo asunto. Casi pareciera que la novela tuviera vida propia y Anthony Trollope entendiera las nuevas necesidades de su novela y se fuera adaptando a ella. Es una apreciación quizás muy personal, pero yo distingo en "La señorita Mackenzie" tres hilos narrativos bastante diferenciados.

El primero de ellos no podía ser otro que la presentación de Margaret Mackenzie, una mujer pasados los treinta, soltera y que ha pasado su juventud cuidando de su padre primero y luego de un hermano enfermo. Cuando este muere ella hereda, por sorpresa de muchos, su fortuna. Trollope hará un análisis muy acertado - y lo seguirá haciendo a lo largo de toda la novela - sobre las motivaciones, dilemas, ilusiones y sentimientos de esta mujer. Y lo hace además de una forma muy creíble, a pesar de ser un autor masculino con una protagonista femenina (cosa que a veces en mi opinión no suele ir bien emparejada). Margaret Mackenzie, que acaba de heredar una fortuna se muda a Littlebath y allí entra por primera vez en sociedad. Este primer "hilo narrativo" se centra en la formación de nuevas amistades y en su entrada en sociedad, con lo que surgen, inevitablemente, problemas y dudas sobre esas reglas o normas no escritas de la sociedad; también sentirá la presión social y la influencia perniciosa de algunos personajes... Además, teniendo una fortuna en sus manos es lógico que aparezca gente que le pida dinero y otros, además, le pedirán su mano en matrimonio: tres pretendientes nada menos.

En el segundo hilo narrativo - insisto en que esto es una impresión personal - Trollope hace una análisis bastante exhaustivo sobre la decisión del matrimonio. Trollope nos deja claro que Margaret Mackenzie desea casarse, aunque a veces pueda parecer tener dudas. Su fortuna le da la seguridad necesaria para no tener que tomar esa decisión a la ligera, porque el matrimonio es, desde luego, un asunto serio. Nuestra protagonista es una mujer con muchos valores positivos, pero además es que es sensata y reflexiva y, a pesar de haber vivido lejos de la sociedad y de no tener muchos recursos contra las influencias ajenas, ella misma tiene un carácter poco influenciable. Esta parte de la novela es quizás la que más me ha interesado y creo que Trollope se tomó muy en serio las reflexiones de su heroína sobre el matrimonio. Pensemos por un momento en la difícil infancia de Anthony Trollope con un padre que va contrayendo deudas y una madre que tiene que empezar a trabajar para sacar a su familia adelante. Es lógico que Trollope reflexionara sobre la importancia del buen casarse. Su protagonista va a tener que razonar mucho sobre los pros y los contras de cada uno de sus pretendientes, algunos con unos contras algo molestos, porque al no haber por ahora ningún sentimiento amoroso la decisión tendrá que ser tomada más con la cabeza que con el corazón. Cual de sus pretendientes es la mejor opción y con cual podría formar un buen matrimonio es algo que Margaret Mackenzie no deja a la ligera.

A pesar de que el tercer hilo narrativo siga girando sobre el tema del matrimonio, ya no es el tema protagonista, al menos no de la misma manera que en los capítulos previos. Esta tercera parte es, quizás, la más novelesca de todas: está llena de cosas absolutamente inesperadas, de rodeos, de giros, de dificultades, etc. Tengo que ser sincera, al final la novela - a pesar de que engancha y uno necesita conocer el desenlace - se me ha hecho algo larga justo por todos esos cambios inesperados. Creo que no era necesario tanto despliegue en esta historia. Era bonita tal como la estaba contando, sencilla, reflexiva, era interesante meterse en la cabeza de una mujer del siglo XIX tomando nada menos que una decisión sobre con quién debería casarse. Trollope, después de alargar una historia, que ya era de por sí, perfecta, termina solucionándola en un par de páginas. Demasiado brusco, a mi parecer. 

Aún así la recomiendo. Un acierto.

Carta de una desconocida - Stefan Zweig

Un escritor recibe una carta de una mujer que lleva toda su vida enamorada de él y que, en sus últimos momentos, quiere sincerarse y abrirle su corazón. Esa es la idea central.

Así de pronto el argumento me gustó, pero voy a ser franca. La novela fue publicada en 1922, cuando el autor ya tenía 41 años. ¿Me parece una novela de madurez? No. ¿Me parece una novela que merezca tiempo y dinero? Tampoco. He leído maravillas de este pequeño cuento, que tardas nada y menos en leerlo, pero quizás yo sea de ese escaso porcentaje de gente a la que no le ha gustado nada. Le he ido dando oportunidades a Stefan Zweig y a mí me sigue pareciendo un escritor sobrevalorado. No es un Proust, ni un Thomas Mann, ni un Dostoievski. Decir que Stefan Zweig es un genio de la literatura es excesivo y, sobre todo, falso. 

Es difícil para un autor elegir a una protagonista del sexo contrario y que sus reflexiones, preocupaciones, o incluso su forma de expresarse, parezcan reales sin caer en clichés o estereotipos. Ahora se me viene a la cabeza Delibes, con su brillante análisis de Carmen Sotillo en "Cinco horas con Mario", que es una joya a todos los niveles o "La señorita Mackenzie" de Anthony Trollope. Pocos autores consiguen convertir a un protagonista del otro sexo en algo que el lector perciba como real. Para mí, Stefan Zweig no lo ha conseguido. Ha caído en estereotipos, en cursilerías, en repeticiones dramáticas para darle más tragedia al asunto. Ha hecho un texto poco creíble, con frases que es poco probable que nadie escribiera en una carta de este tipo. Se ha valido de una tragedia in crescendo para generar, supongo, sentimientos afines en el lector, pero a mí me ha llevado al punto contrario. Me ha parecido un cuento simplón, afectado, cursi - cursilísimo -, que pareciera escrito por un autor novel en lugar de por un autor ya con experiencia. 

No, no lo recomendaría. 

domingo, 16 de octubre de 2022

La Alhambra de Granada - Daniel R. Caruncho

 

Este verano estuve visitando la Alhambra con mi familia y me hubiera gustado, para entender más sobre este monumento, haberme leído antes este libro y, además, habérmelo llevado conmigo. 

Está editado por la editorial dosde y es muy visual. Dejo aquí el enlace de la editorial donde se pueden ver algunas imágenes del interior. Tiene muchas fotografías y dibujos y es muy didáctico. La verdad es que me ha gustado mucho leerlo y saber más de este monumento único en el mundo. Si alguien tiene planeado un viaje a Granada se lo recomiendo.

Está dividido en 8 capítulos que abarcan la historia de la Alhambra, de los palacios nazaríes, de la fortaleza, del Generalife y también del Palacio de Carlos V, nieto de los Reyes Católicos, pero también habla de arte y de arquitectura, de cómo eran los ejércitos nazaríes o de cómo se hacían los mosaicos que recubren muchas de las paredes. Es, como ya dije, muy didáctico.

Nadie duda que la Alhambra es un monumento único. Lo visitan miles de personas al año desde todas las partes del mundo. Está situado en la colina de Al-Sabika, donde Muhammad I, casi a mediados del siglo XIII, aprovecha unas antiguas fortificaciones para establecer allí su sede de gobierno. La ciudad amurallada se fue ampliando y se fueron añadiendo más edificios (palacios, mezquitas, jardines, cuarteles, etc) a lo largo de los años y bajo el reinado de diferentes sultanes, hasta que en el año 1492 el sultán Boabdil entregó las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos después de un asedio que duró meses. 

Los Reyes Católicos mantendrían la Alhambra como símbolo del poder real y harían las reformas necesarias para preservar el monumento, tales como reforzar las murallas o sustituir las techumbres en mal estado, añadiendo, además detalles cristianos a las decoraciones. Una de las construcciones de aquella época es la del Convento de San Francisco, hoy día convertido en Parador Nacional. 

Palacio de Carlos V (vía Google)
El nieto de los Reyes Católicos, Carlos I de España y V de Alemania, quedaría impresionado de la belleza de la antigua capital del reino nazarí y mandaría construir su residencia, un palacio de estilo renacentista, a cargo del arquitecto Pedro Machuca. El palacio, conocido como el Palacio de Carlos V, es simplemente imponente. Una maravilla arquitectónica. Allí se encuentra el Museo de la Alhambra y el Museo de las Bellas Artes de Granada. 

El exterior de la arquitectura nazarí es típicamente austera pero con unos interiores lujosos y profusamente decorados. La sección de la Alhambra conocida como los Palacios Nazaríes está formado por tres palacios: Mexuar (el más antiguo y del que se conservan dos patios y la Sala del Mexuar, donde el sultán impartía justicia y recibía a sus consejeros). Se desconoce cómo era originalmente este palacio porque sufrió muchas modificaciones a lo largo del tiempo, ya sea por sultanes posteriores o por el añadido de elementos cristianos.  

Palacio de Comares (foto propia)
En el Palacio de Comares o Yusuf Iconstruido en una de las etapas más florecientes del reino nazarí, destaca sobre todo el Patio de los Arrayanes, por donde se accede al Salón del Trono en la Torre de Comares (véase foto).  Esta habitación está decorada con alicatados geométricos y yeserías que incluyen mensajes en sus epigrafías. El techo, en madera, está formado por más de 8000 piezas que conforman - en sus siete niveles - la representación de los siete cielos que los musulmanes deben atravesar para llegar al trono de Dios. Es absolutamente precioso.

Sala de las Dos Hermanas
(foto propia)
Quizás el más conocido y el más espectacular de los tres palacios sea el Palacio de los Leones, también conocido por el Palacio de Muhammad V, hijo de Yusuf I. Muhammad V, en excelente relación con el rey Pedro I de Castilla, destacó por las construcciones espectaculares que dirigió en la Alhambra, además de rodearse de escritores y poetas como Ibn Zamrak, poeta que escribió algunos de los versos que todavía se pueden leer en las yeserías del palacio. El Patio de los Leones, con su famosa fuente de 12 leones, es hermoso, pero a mí - personalmente - me ha parecido más impresionante la Sala de las Dos Hermanas, llamada así por las dos losas gemelas de mármol del suelo. La cúpula de esta sala está cubierta por mocárabes, que son como pequeñas estalactitas de yeso, con imágenes de flores y estrellas. Las paredes están decoradas con yeserías tan delicadas como hermosas y se encuentra también escrito el lema de los nazaríes, que se puede ver por toda la Alhambra, "Sólo Dios es vencedor". 

Sería imposible resumir aquí todo lo que uno puede encontrar en la Alhambra, me faltaría por mencionar la Alcazaba que era la zona militar de la Alhambra y donde vivía la guardia y se ocupaban de la protección del recinto y del sultán. También faltaría hablar del Generalife, la residencia de verano de los sultanes nazaríes. Faltaría mencionar la Medina, los jardines, etc. Es demasiado para un simple post. 

Visitar la Alhambra es algo que debería hacerse al menos una vez en la vida. Ya los románticos del siglo XIX vieron entre el abandono y la dejadez de la Alhambra el exotismo de las mil y una noches. Gracias a ellos, a esos escritores y artistas, como Washington Irving que vivió allí unos meses, la Alhambra se volvió a poner en valor y se acometieron todas las medidas para restaurar y preservar este patrimonio único en el mundo. Recomiendo mucho la visita y, si es posible, visitar la Alhambra sabiendo de antemano algo de su historia. Este libro es, de verdad, muy recomendable. 

jueves, 6 de octubre de 2022

Cartas de África - Isak Dinesen (Karen Blixen)

❤❤❤

Karen Blixen, más conocida por su pseudónimo Isak Dinesen, fue una escritora danesa que nació en 1885 y murió en 1962. Entre sus obras más conocidas está la de "Memorias de África" (con Meryl Streep y Robert Redford en su adaptación cinematográfica) y la novela corta "El festín de Babette", que también tiene su propia adaptación al cine. Es cierto que ha publicado muchos más cuentos y algunos ensayos, pero creo que esas dos obras que menciono son las más conocidas. 

La edición que yo tengo de Cartas de África es la de 1993, de Alfaguara. Sé que hay una edición más reciente que incluye algunas cartas que recibe la autora de Denys Finch Hatton, pero no he tenido la suerte de leerlas. Aún así todas las ediciones tienen la introducción firmada por Frans Lasson titulada "La lluvia en Ngong" que es una joya y una cronología de la vida de la autora muy útil. 

La primera de las cartas que escribe Karen Blixen está dirigida a su madre Ingeborg Dinesen (de soltera Westenholz) el 9 de enero de 1914, desde el barco en el que viajaba en dirección a Mombasa. Se iba a reunir con el que iba a ser su marido, que ya estaba en África desde hacía meses. Desde esa fecha hasta que debe regresar definitivamente a Dinamarca pasarán 17 años. En este periodo tan largo la mayoría de su correspondencia irá dirigida a su madre, a su hermano Thomas, con el que mantiene una relación de íntima confianza, y a su tía materna Bess, con la que mantendrá interesantes misivas sobre sus diferentes puntos de vista acerca de la vida, la religión, el matrimonio, etc. 

Karen Blixen, a pesar de haber nacido en una familia adinerada y emparentada con la aristocracia, siempre deseó escapar de esa sociedad a la que consideraba encorsetada y limitante. Se casa con su primo segundo, el barón Bror von Blixen-Finecke y se mudan a Kenia en busca de las nuevas oportunidades que surgen en esa tierra. Con el dinero de la familia materna, sobre todo con el dinero de su madre y de su tío Aage Westenholz, compran una plantación cafetera y la llaman la Karen Coffee Company.  Así es cómo empieza su periplo en tierras africanas. 

Las cartas son una muestra de la calidad literaria de Karen Blixen cuando aún no se imaginaba que acabaría siendo escritora. Las descripciones de los paisajes y de la vida africana, tan distinta y exótica a su Dinamarca natal, son elocuentes y cautivadoras. Todo es nuevo para ella: el paisaje, sobre todo las Ngong Hills, el clima, las costumbres, la convivencia con las tribus africanas, etc. Karen Blixen siente que este nuevo mundo la acoge con los brazos abiertos y le ofrece la libertad y la aventura que siempre soñó entre las cuatro paredes aburguesadas de Rungstedlund, la gran casa de su familia.

No todo será ideal en su nueva vida y pronto encontraría motivos de preocupación o, como ella les llamaba, sus shauries. La vida maravillosa que pensaba resultó ser muy poco idílica: su marido le contagia sífilis, la empresa realmente nunca daría beneficios, abortos, un divorcio, la muerte de su hermana mayor Ea y de su sobrino al nacer, la muerte del que resultaría ser el amor de su vida, Denys Finch Hatton en un accidente de avión, la venta de la empresa, el adiós a todos sus tan anhelados proyectos, su sentimiento de fracaso y su regreso definitivo a Dinamarca. Toda una vida en casi 20 años. 

Hay mucho de interesante en la personalidad de Karen Blixen. Es de envidiar su capacidad para disfrutar del momento, su amor a África como una prolongación de su espíritu, su amor total y absoluto para sus trabajadores kikuyus y masais, el respeto por sus costumbres, su perseverancia y su optimismo, que siempre le acompañaba aún en los momentos más complicados. Pero así como se hace querer en muchos aspectos también se puede percibir aspectos negativos y complejos de su personalidad, como su egoismo y su gran capacidad de manipulación. 

Hay en sus cartas muy poco agradecimiento y sí muchas quejas a su familia y a su vida desahogada, que por cierto siguen costeando. Se lamenta de su escasa educación en ciencias cuando lo cierto es que su educación había sido privilegiada y en colegios privados en Dinamarca, Suiza y Francia. En una buena parte de sus cartas reclama dinero, dinero y siempre más dinero, porque su proyecto nunca llega a dar beneficios y siempre había gastos que atender. Su hermano, Thomas Dinesen, en su pequeño libro Tanne, llega a decir que la familia había perdido con esta empresa más de 13 millones de euros al cambio.

"Mi interés por el dinero se debe en parte a que las cosas materiales o sensuales o visibles son para mí, yo creo que en mayor medida que para otra gente, una expresión de algo espiritual; ¿es esto una mala cualidad o un fallo?"

La propia autora reconoce la importancia que tiene el dinero en su vida y su gusto por el lujo: ropa, viajes, hoteles caros, etc y su incapacidad para prescindir de él. Llega incluso a decir el 5 de septiembre de 1926 que "valió la pena contraer sífilis con tal de ser "baronesa"". Algo que resulta cuanto menos curioso. 

En una de sus últimas cartas, antes de irse a Dinamarca, le pide a su hermano Thomas, que ya tiene familia e hijos, que le financie su vida durante los siguientes dos o tres años mientras se convierte en escritora:

¿Estarías prepared, por ejemplo, a aceptar un job —si es que ello te resulta posible, pues ignoro cómo están las cosas en Dinamarca— durante dos o tres años para ayudarme a prepararme y a dedicarme algo? Me conoces muy bien y no hace falta que te diga que no soy nada barata."

Puede que parte de la personalidad de Karen Blixen  no me guste, pero si hago balanza me quedo con toda esa sensibilidad con la que describe su vida en África, con su amor a su criado Farah y  Kamante (que por cierto escribió Cuentos de Kamante. Memorias de África, publicado también en español), con la escuela que creó para los niños - y adultos - en su plantación, porque creía que así les ayudaría a mejorar su vida, y su preocupación absoluta por dejarles en buenas condiciones antes de irse a su país. He leído por ahí una critica de Isak Dinesen y la colonización de África por los europeos que me parece absurda en este caso. Isak Dinesen pagaba un sueldo a sus trabajadores, se preocupaba por sus familias, los curaba y atendía. Creo que Isak Dinesen, aunque no fue enterrada en las montañas Ngong como le hubiera gustado, dejó parte de su ser en Kenia y se llevó con ella el alma africana que tanto amaba.  

jueves, 28 de enero de 2021

Fervor de Buenos Aires - Jorge Luís Borges (1923)


"En aquel tiempo, buscaba los atardeceres, los arrabales y la desdicha; ahora, las mañanas, el centro y la serenidad.". J.L.B (1969)

En el año 1923 se edita por primera vez "Fervor de Buenos Aires". Borges tenía entonces 24 años y hacía sólo unos dos años que había vuelto a Argentina después de haber vivido en Europa con su familia siete años. De ese reencuentro con su ciudad natal surge este poemario. 

En el poema Arrabal (dedicado al poeta - y que además era su cuñado - Guillermo de Torre) nos dice:

"[...] y sentí Buenos Aires.
Esta ciudad que yo creí mi pasado
es mi porvenir, mi presente;
los años que he vivido en Europa son ilusorios,
yo estaba siempre (y estaré) en Buenos Aires." 

"Fervor de Buenos Aires" está dedicado a su madre, Leonor Acevedo de Borges, que murió en el año 1975 y que está enterrada en el cementerio de la Recoleta. Digo esto como simple curiosidad, porque el primer poema está dedicado justamente a ese cementerio, lugar donde está - y será - enterrada su familia. Sin embargo Borges está enterrado muy lejos de allí, en el cementerio de Plainpalais de Ginebra, a pesar de que - parece ser - que su voluntad era estar enterrado en su ciudad natal con su familia. 

Portada de la primera edición diseñada
por su hermana, Norah Borges

Si hacemos una ruta visual a través de sus poemas podemos vernos pasear entre los bellos sepulcros de La Recoleta; sentarnos en un banco a mirar las antiguas estrellas sintiendo el olor de jazmín y madreselva del poema El Sur; encontrarnos en una calle ignorada, donde "la medianía de las casas, las modestas balaustradas y llamadores" entran en nuestro "vano corazón con limpidez de lágrima" (del poema Calle desconocida); descubrir qué "grato es vivir en la amistad oscura de un zaguán, de una parra y de un aljibe", del poema El Patio y nos echaremos a "caminar por las calles" después de un temporal de lluvia en Barrio recuperado.

Pero no son sólo lugares los que ocupan el interés del poeta; también dedica versos a su bisabuelo Isidoro Suárez (Inscripción sepulcral) o al dictador y tirano argentino Juan Manuel de Rosas (Rosas), por ejemplo, y un poema de amor a la que era su novia en aquel entonces, Concepción Guerrero, titulado Sábados.

Borges en 1921

Siempre vale la pena leer a Borges, a mí de hecho me gusta mucha de su poesía, pero no va a ser este poemario uno de mis preferidos. Lo imaginaba más intimista, quizás más sentimental ante el reencuentro con su ciudad, igual esperaba que me conmoviera como ya habían hecho otros poemas suyos, pero exceptuando Sábados, Amanecer y La vuelta (aunque también debería incluir Arrabal y La Recoleta) el resto de los poemas me han dejado bastante indiferente.


sábado, 23 de enero de 2021

El misterio de la casa roja - A.A.Milne


Hace unos días recordé de casualidad esta novela que me había gustado mucho cuando era adolescente. La edición que hay en mi casa es la de Plaza & Janés del año 1985, pero sé que la editorial Siruela ha sacado una nueva edición en el 2018, así que ha vuelto de nuevo a los estantes de las librerías. 

Alan Alexander Milne fue un escritor inglés que nació a finales del siglo XIX y que es famoso por ser el escritor de Winnie the Pooh (!). Sorprende porque uno no espera que un escritor de literatura infantil se meta en estos berenjenales de historias de misterio y para adultos, pero el caso es que lo hace y además muy bien. La novela es emocionante y mantiene la intriga a lo largo de todos sus capítulos. 

La historia que encierra "El misterio de la casa roja" es la de un crimen. El hermano del dueño de la casa roja reaparece después de 20 años de vivir en Australia. El mismo día de su llegada, prácticamente minutos después, es asesinado en el despacho de la casa. El dueño de la casa roja, Mark Ablett, ha desaparecido. Hay muchos interrogantes en este asesinato llevado a cabo en una habitación cerrada, pero Anthony Gillingham y su amigo Bill Beverley - invitado habitual en la casa -, intentan dar una explicación a las diferentes cuestiones que se van planteando, a modo de un Sherlock Holmes y Watson improvisados. 

Si te gustan las novelas de misterio o de detectives yo te la recomiendo. Es original, entretiene, se lee bastante rápido y tiene un final sorprendente.

miércoles, 29 de marzo de 2017

La abadía de Northanger - Jane Austen

Muy recomendable.

Nada hay mejor que después de una lectura un tanto gris y claustrofóbica (la misma "Nada" de Laforet) venga una lectura amable y feliz. Jane Austen (1775 - 1817) es una autora adorada por muchos y odiada por otros tantos - y creo que a veces muy infravalorada - pero sus novelas, sus historias, las peripecias de sus personajes... nos hacen pasar unas horas de lectura muy felices.

Tengo que reconocer que no he leído todas las novelas de Jane Austen, pero de entre todas las que he leído creo que "La abadía de Northanger" es la mejor para empezar. No alcanza la importancia de otras como "Orgullo y prejuicio", "Sentido y sensibilidad" o "Persuasión", pero desde luego es donde uno se encuentra con todo el sentido del humor más puro de esta autora. La abadía de Northanger es una introducción excelente al humor austeniano. Yo la encuentro muy divertida y su heroína principal es uno de los personajes más entrañables que ha creado su imaginación. Catherine Morland es sencilla, crédula, bondadosa, con un alto sentido moral y una ingenuidad irresistible. Desde luego que su pasión por las novelas góticas (como Los misterios de Udolfo, de Anne Radcliffe) no ayuda a mantener a raya a su enorme imaginación, y su espíritu romántico se alimentará de imágenes de héroes y heroínas, de castillos con pasadizos secretos, de fantasmas apareciéndose en noches de tormenta....

"Nadie que hubiera visto a Catherine Morland en su infancia habría podido imaginar nunca que estaba llamada a ser una heroina". Así empieza "La abadía de Northanger". Catherine Morland es una jovencita de 17 años que disfrutará de unas semanas en Bath con sus vecinos, los Allen. Allí, en ese ambiente luminoso, de bailes y reuniones sociales Catherine conocerá a personajes bien diferentes con los que inicia una buena amistad. En Isabella y John Thorpe Jane Austen nos presenta muchas de las malas cualidades que tanto le gustaba ridiculizar: Isabella está a la caza de un marido medianamente rico, es inconstante, vanidosa y la fingida dignidad con la que intenta ocultar todos sus numerosos coqueteos es tan divertida que nos hace reír. John Thorpe es fanfarrón, engreído y muy vulgar. La balaza se equilibra con los Tilney, Eleanor y Henry, que son desde luego una mejor compañía. Con ellos nuestra Catherine visitará la abadía de Northanger, propiedad de su familia desde hace generaciones. Lo que espera a Catherine y a su prolífica imaginación en la abadía se lo dejo ya al lector interesado. Yo le auguro unas horas muy divertidas leyendo las aventuras y desventuras de la señorita Morland.

La abadía de Northanger, a pesar de ser una obra de humor sobre las novelas góticas y su influencia en las mentes juveniles, también nos da una visión realista de la época. Alejad de vuestra cabeza la imagen de un Bath tranquilo y relajado donde uno iba a descansar y a asistir a alguna que otra reunión social. Jane Austen presenta un Bath abarrotado de gente, bullicioso, donde no cabía ni un alfiler y, lo más peligroso de todo, lleno de cazafortunas y engañabobos. Es muy interesante leer las descripciones de la ciudad, de su ambiente y de las convenciones sociales de la época.

Otra de las cuestiones interesantes de la novela es la importancia de la dote en el matrimonio. Desde luego que las que tenían una buena fortuna se evitaban muchas preocupaciones. En Isabella Thorpe Jane Austen censura de una forma divertida a las mujeres que buscaban un marido a la desesperada, pero también nos presenta el gran problema de muchas mujeres que, perteneciendo a una cierta clase social aunque sin medios económicos, no tenían acceso a un mercado laboral. Podremos reflexionar sobre ellas, pero no deberíamos juzgarlas con dureza. Ya lo decía Jane Austen en una de sus cartas:
"Las mujeres solteras tienen una terrible propensión a ser pobres, lo cual supone un argumento muy firme en favor del matrimonio" (13 de marzo de 1817)
Y sólo para terminar, añado un diálogo de nuestra Catherine con John Thorpe:
- Vamos, pero si hay muchísima gente como yo, e incluso mucho mejor.
No, Catherine, no hay mucha gente como tú. Por eso nos gustas tanto ❤.